Bolivia comprará gas licuado de petróleo (GLP) a Venezuela en los siguientes tres meses para abastecerse durante el invierno, debido a que el contrabando del combustible a países vecinos agravó el precario equilibrio entre la oferta y la demanda.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, dijo en rueda de prensa que el gobierno aplicará rígidos controles para impedir el contrabando hacia Perú y Paraguay, pero como "medida precautoria" el gobierno decidió la importación en los siguientes tres meses de 46 toneladas de GLP por día, "para evitar la escasez" del combustible.
"En los últimos siete años no se realizaron inversiones significativas en plantas de extracción de GLP, por esa razón no se cuenta con volúmenes adicionales", explicó Villegas. La producción aumentará en diciembre próximo, pero la principal apuesta del gobierno es la inversión de 400 millones de dólares que hará Argentina para instalar una planta separadora de líquidos del gas natural en el sur de Bolivia, pero que no estará lista antes del 2009, aseguró el funcionario.
Los combustibles están subvencionados en este país lo que incentiva el contrabando. Venezuela y Argentina ya abastecen de diesel debido a que la producción interna no cubre la demanda. En los últimos años, la producción de GLP se ha mantenido mientras la demanda crece en 4% al año.
Las protestas de las amas de casa para abastecerse de GLP en botellones metálicos es cosa de casi todos los días. Todavía es muy reducida la red de tuberías para abastecer a los domicilios en las ciudades de gas natural, el combustible más abundante.
La demanda de GLP alcanzó a 1.036 toneladas al día y la producción se ha mantenido en 990 toneladas. El resto es cubierto con saldos que generan las refinerías, explicó Villegas.
Venezuela también se ha comprometido invertir en Bolivia en plantas de separación de líquidos. Villegas dijo que a mediano plazo la producción del combustible saturará la demanda y habrá excedentes para la exportación.
Pero también la producción de gas natural para los mercados de Brasil y Argentina está en su tope a pesar de las ingentes reservas que tiene el país.
La producción diaria alcanza a 41 millones de metros cúbicos diarios, pero los requerimientos son mayores. La nacionalización de hidrocarburos aplicada por el presidente Evo Morales en mayo del año pasado paralizó las inversiones. Con la firma de nuevos contratos el gobierno espera inversiones por 3.000 millones de dólares en los siguientes años.
Fuente: http://noticias.aol.com
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